Policiales

Vuelven a detener a exmiembro de una banda por incumplir régimen de libertad condicional

Sergio Uñate (52) había sido detenido en octubre de 2018 y condenado más tarde a la pena de 8 años de prisión por cometer diversos asaltos junto a varios cómplices, entre los que había una policía. En las últimas semanas, había sido liberado, pero volvieron a apresarlo por no respetar las normas que debía cumplir.

Uno de los exmiembros de una banda de ladrones que cometió diversos asaltos en 2018 y que había sido condenado a la pena de 8 años de prisión, volvió a ser detenido este martes por incumplir las normas del régimen de libertad condicional.

Se trata de Sergio Uñate (52), quien en octubre de 2018 fue aprehendido después de que el fiscal Mariano Moyano lo sindicara como uno de los integrantes de un grupo delictivo en el que también figuraba un policía. Después de completar más de dos terceras partes de la sentencia en la Unidad Penal de Batán, salió de la cárcel.

Sin embargo, en los últimos días el juez Raúl Perdichizzi ordenó nuevamente su detención al detectar irregularidades en su comportamiento y faltas graves al reglamento que se le había impuesto. Por eso, personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local lo apresó en la zona de Varese, entre Falucho y Moreno.

La pesquisa que terminó con Uñate y sus tres cómplices detenidos -entre ellos el policía-, se inició el 12 de octubre de 2018 tras el robo a un jubilado en una casa de Gascón al 4400. Dos días más tarde se estableció un modo de operar parecido en un asalto a una casa de López y Planes al 1300, en el barrio Constitución. También se relacionó con un robo del 28 de julio en Pasteur al 1300, donde los ladrones hicieron un boquete en el techo y amenazaron con quemar a una anciana de 88 años tras rociarla con alcohol. Un cuarto hecho, el 29 de junio, protagonizado por tres delincuentes en Balcarce al 5200 se agregó a la cuenta de esta  banda por características similares.

Además de Uñate, fueron atrapados en el marco de los operativos Kevin Arripe y Sergio Rebolledo y el policía Víctor Correa, entonces integrante del Comando de Patrullas Norte y luego desafectado de la fuerza.

El análisis de los distintos teléfonos que usaban estos hombres hizo posible relacionarlos con el robo sufrido por la jubilada en su casa de Marcos Sastre al 2000. en esa ocasión la víctima fue llevada a una habitación donde la ataron y la amenazaron con cortarle los dedos y la lengua sino les decía donde estaba la plata.

También los incriminó la evidencia hallada en los allanamientos del 25 de octubre a los distintos domicilios de los imputados, como documentación y alhajas de la víctima, además de parte del dinero sustraídos (alrededor de 40.000 pesos y 550 dólares).

Según trascendió en ese entonces, el rol del policía Correa dentro de la organización criminal era el de mantener contacto telefónico durante todo el robo con sus cómplices indicándoles todo lo que sucedía en el exterior de la casa, de los movimientos policiales, e incluso, aconsejando por cuáles calles debían tomar con el auto para no ser interceptados por la policía.

Rebolledo, Arripe y Uñate están acusados de robo doblemente agravado en tanto que Correa quedó imputado del delito de robo triplemente agravado en razón de su condición de funcionario policial.

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